Zaqueo, date prisa, Jesús nunca lo había visto antes; sin embargo, lo llamó por su nombre, y con lo que dijo insinuó que sabía que su casa estaba más lejos del camino. ¡Qué extraña mezcla de pasiones debió haber sentido Zaqueo, al escuchar a uno hablar, como conociendo tanto su corazón como su vida!

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