Comentario de Coke sobre la Santa Biblia
Nehemías 6:5
Con una carta abierta en la mano, Norden nos dice que cuando él y su compañía estaban en Essuaen, llegó allí un expreso, enviado por un príncipe árabe, quien trajo una carta dirigida a los reys, o al dueño de su barca, ordenándole no partir con su barca, ni llevarlos más lejos; y agregó que en un día debería estar en Essuaen y allí daría sus órdenes respetándolos. "La carta, sin embargo, según el uso de los turcos", dice este autor, "estaba abierta; y, como el reys no estaba a bordo, el piloto se la llevó a uno de nuestros padres para que la leyera". Sanbalat envía a su siervo, por tanto, con una carta abierta,como aquí se especifica, no parecía una cosa extraña, debería parecer: pero, si fue de acuerdo con sus usos, ¿por qué se queja de esta circunstancia, como es visiblemente? ¿Por qué, en verdad, se menciona en absoluto? Porque, sin embargo, el envío de cartas abiertas a la gente común puede ser una costumbre en estos países, no está de acuerdo con sus usos enviarlas a personas distinguidas.
Así que el obispo Pococke, en su relato de ese mismo país donde Norden estaba cuando se trajo esta carta, nos da, entre otras cosas, en la placa número 57, la figura de una carta turca metida en una bolsa satinada, para ser enviada a un gran hombre, con un papel atado, dirigido y sellado, y un botón de marfil atado a la cera.
En efecto, según D'Arvieux, el gran emir de los árabes no solía incluir sus cartas en estas bolsas, como tampoco las adornaba con florituras; pero se supone que esto se debió a la falta de cortesía de los árabes: y nos dice que cuando actuó como secretario del emir, suplió estos defectos, y que su actuación fue muy aceptable para el emir. ¿Había venido entonces esta carta abierta de Geshem, que era árabe? ( Nehemías 6:1.) podría haber pasado desapercibido; pero como era de Sanbalat, envolverlo en una hermosa bolsa era una ceremonia que Nehemías tenía razones para esperar de él, ya que era una persona distinguida en la corte persa, y en ese momento gobernador de Judea: y el no hacer fue un gran insulto; insinuando, que aunque Nehemías estaba, según él, preparándose para asumir la dignidad real, debería estar tan lejos de reconocerlo en ese carácter, que ni siquiera le haría el cumplido debido a toda persona de distinción. Ver las Observaciones, p. 295.