Comentario de Coke sobre la Santa Biblia
Números 14:10
Pero toda la congregación, etc.— Esto sería expresado más enfáticamente, pero toda la congregación ordenó apedrearlos con piedras, cuando la gloria del Señor apareció sobre el tabernáculo, etc. porque por la aparición terrible y oportuna de la gloria del Señor se les impidió ejecutar su imprudente propósito.
REFLEXIONES.— Vano es todo intento de detener a los que están empeñados en su propia ruina. (1.) Moisés y Aarón caen sobre sus rostros. Nadie conoce la profunda preocupación que sienten los ministros cuando ven almas inmortales precipitarse precipitadamente hacia su destrucción. Caleb y Josué secundan sus oraciones con cada argumento enérgico, con indignación por su bajeza y dolor por su rebelión. Se rasgan la ropa, les ruegan que reflexionen, declaran la falsedad del informe y lo irracional de sus temores. 1. La tierra es una buena tierra, sumamente buena. 2. La gente no era nada tan formidable como se temía; su defensa había desaparecido, como desamparados por Dios, y podrían comerlos como pan. 3.
Dios fue su ayudante; si sus enemigos eran diez veces más numerosos o fuertes, no tenían por qué temer cuando los fortalecieran los brazos de la Omnipotencia; nada había que temer excepto sus propios espíritus rebeldes, que mantendrían la corriente de sus misericordias para con ellos. Nota; (1.) En el momento en que Dios deja a un pecador, él es una presa fácil para todo invasor: (2.) Con la presencia y el favor de Dios, nunca necesitamos temer. (3.) El alma que está perdida, no tendrá nadie a quien culpar sino a su propio yo rebelde.
2. Sordos a toda protesta, en lugar de seguir sus consejos, los gobernantes de la congregación ordenaron al pueblo apedrear a estos fieles testigos. La verdad es sumamente exasperante para aquellos que odian ser reformados; y los que deciden ser fieles a menudo deben poner su vida en sus manos.
3. Dios parece confundir un acto tan atrevido de maldad y rescatar a sus siervos. Aquellos que se atreven a ser celosos por Dios, pueden confiar en Él para salvarlos de la locura de la gente.