Toma de cada uno de ellos una vara - Habiendo sido envenenadas las mentes de un número considerable de personas por las insinuaciones de Coré y sus cómplices, contra Aarón y su familia a causa del sacerdocio, Dios se complace en agregar otro milagro señalado , en confirmación de la autoridad de su sacerdote; en consecuencia, se ordena al jefe de cada tribu que tome una vara y la lleve ante el Señor.

Algunos han supuesto que se trataba de las varas ordinarias, o batoons, que llevaban los príncipes de las tribus; mientras que, del octavo versículo de este capítulo, otros infieren que se trataba de ramitas, o ramas, de un mismo almendro: cualquiera que sea el caso. Fue el caso, el milagro fue suficientemente grande para demostrar la extraordinaria interposición de la Providencia.

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