Comentario de Coke sobre la Santa Biblia
Números 27:23
Y le impuso las manos, etc. Nada muestra más plenamente la naturaleza de la teocracia judía que esta transacción. Dios mismo nombra un gobernador del estado y de la iglesia; ¿Y a quién nombra? Ninguno de los parientes de Moisés; ni siquiera uno de la misma tribu.
Al elevar a Caleb a la dignidad, podría haber puesto a la cabeza de la república a un hombre de la tribu de Judá, y un hombre tan distinguido por sus virtudes como por un valor heroico; pero prefiere a Josué, de la tribu de Efraín, para demostrar que nada puede otorgar un derecho al gobierno de los hebreos sino su elección y voluntad.
De esta manera, hasta la época de Samuel, Dios creó inmediatamente los jueces del pueblo: por eso es que cuando los israelitas exigieron un rey, Dios se quejó de que lo habían rechazado él mismo. Lo que arregla completamente esta teocracia es que Dios determinó los grandes asuntos de la república por orden de Urim.
REFLEXIONES.— Con tierna solicitud por el pueblo, para que no se quede como ovejas sin pastor, tenemos aquí,
1. La oración de Moisés. Se dirige a Dios, como el Dios de los espíritus de los hombres y, por tanto, el mejor juez de sus capacidades, para elegir a un hombre para que sea su capitán en la batalla y su fiel magistrado; que después de su muerte, no puede haber disputas sobre el gobierno, y el pueblo no sufre inconvenientes por falta de un comandante adecuado. Nota; (1.) Un verdadero patriota extiende sus puntos de vista al bienestar futuro de su nación. (2.) La generación que se levanta debe ser nuestro cuidado especial, para que cuando estemos muertos, la congregación del Señor aún pueda florecer y su reino sea establecido.
2. Dios responde a su pedido en el nombramiento de Josué. Es un hombre en quien hay un espíritu: el espíritu de gracia, como un buen hombre; el espíritu de sabiduría, como un gran hombre; y el espíritu de valentía, como un hombre valiente. Los servicios eminentes requieren dones y gracias eminentes. Para la solemne toma de posesión de Josué como su sucesor, se le ordena a Moisés que lo presente al pueblo y le dé un encargo solemne por su conducta futura ante todos ellos; para poner sus manos sobre él, como delegando su oficina en él; y para honrarlo, asociándolo al gobierno con él inmediatamente. Eleazar es designado como su consejo para presentarse ante Dios, para preguntar por él, para que, estando bajo una guía divina, pueda tener asegurado el éxito. Nota; Ciertamente serán bien guiados, quienes se preocupan siempre de consultar los oráculos divinos.
3. Moisés obedece alegremente. Sin envidia de su sucesor, ni solícito con los intereses de su propia familia, su único cuidado es el bien del pueblo. Los verdaderos patriotas imitarán un ejemplo tan digno.