Comentario de Coke sobre la Santa Biblia
Números 31:26-27
Tome la suma de la presa, tanto del hombre como de la bestia. Los bienes y el dinero llamados botín, Números 31:12 , no están ordenados para dividirse, ya que los guerreros pueden guardarlos enteramente para sí mismos. De hecho encontramos, Números 31:50 , etc. que hicieron una oblación voluntaria de los mismos. Esta presa debía dividirse en dos partes iguales; uno para los que fueron a la guerra, el otro para el resto de la congregación. Mediante esta partición se dio una proporción mucho mayor, en proporción, a los guerreros, que eran sólo doce mil. Esto era justo; porque habían arriesgado su vida, lo que los demás no habían hecho; sin embargo, disfrutaron de algún fruto de las labores de sus hermanos, porque parecen, de Números 31:3 haber estado dispuesto a luchar tan bien como los demás.
Los paganos, en la división del botín, actuaron casi de la misma manera. El principio de Catón era que los generales y los grandes comandantes del ejército debían estar satisfechos con la gloria de una victoria, y los inferiores debían tener todo el botín. Escipión murió pobre después de todas sus conquistas y del prodigioso botín que debió haber encontrado en tantas ciudades nobles y en las regiones que había reducido. Plutarco nos da otro ejemplo de verdadera grandeza militar en Temístocles, quien, al llegar a ver los cadáveres del enemigo después de la victoria, ni siquiera quiso tomar ninguna de las ricas cadenas y brazaletes con que estaba cubierto el campo de batalla. "Toma lo que creas apropiado", le dijo a uno de sus amigos, "porque tú no eres Temístocles". Es bién sabido, que entre los antiguos griegos el botín se dividía en dos lotes; el uno para el general, el otro para el ejército. Ver Potter's Antiq. B. iii. C. 13. En tiempos posteriores, los romanos juraron a sus guerreros, cuando iban a emprender una campaña o expedición, de no malversar el botín que cayera en sus manos; que, al dividirse en dos partes, una para los que estaban destinados a la acción y la otra para los que quedaban para vigilar el campamento, establecieron mediante esta sabia disposición de la ley contra la avaricia y la rapiña. Ver Polib. Hist. lib. X. que, al dividirse en dos partes, una para los que estaban destinados a la acción y la otra para los que quedaban para vigilar el campamento, establecieron mediante esta sabia disposición de la ley contra la avaricia y la rapiña. Ver Polib. Hist. lib. X. que, al dividirse en dos partes, una para los que estaban destinados a la acción y la otra para los que quedaban para vigilar el campamento, establecieron mediante esta sabia disposición de la ley contra la avaricia y la rapiña. Ver Polib. Hist. lib. X.