De Dios el Señor pertenecen los resultados de la muerte. Las palabras originales ciertamente pueden ser traducidas: Las salidas de Jehová el Señor son para muerte; o, las salidas de la muerte pertenecen al Señor Jehová. En la primera parte de este versículo, el salmista declara que Dios es para nosotros un Dios de salvación, todas nuestras liberaciones vienen de Dios; y en el siguiente versículo dice, Dios herirá la cabeza de sus enemigos; y las salidas a la muerte, o de la muerte, pueden incluir ambas.

Es Él quien los dirige, permite que no se acerquen a su pueblo, sino que los ordena llegar a sus adversarios inquietos e implacables: al que redime, al otro lo condena a muerte. La muerte parece estar representada aquí poéticamente, como una persona que avanza y marcha de diversas maneras y por diferentes métodos para esparcir la destrucción entre la humanidad; sino como bajo la restricción de Dios, y en todas sus marchas dirigidas por su voluntad.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad