Cuando eras pequeño a tus propios ojos. - La traducción que hace Kimchi del hebreo aquí es singular: "Aunque te pareces demasiado pequeño y débil para dominar al pueblo, no obstante, eras la cabeza y debías haber cumplido con tu deber"; pero esto, como observa Lange, implicaría que Samuel había aceptado la excusa de Saúl de que era la voluntad del pueblo reservarse el botín más selecto. Sin embargo, las palabras del profeta fueron simplemente para recordarle a Saúl que el Señor, cuya voluntad claramente expresada había desatendido, lo había elevado en días pasados ​​de una posición comparativamente humilde a la orgullosa posición que ocupaba entonces como jefe de Israel.

El viejo consejero le recuerda al rey que hubo un tiempo en que se juzgó a sí mismo no apto para esta gran obra a la que su Dios lo convocó; pero ahora, ¡qué extraño contraste! Enrojecido por el éxito, confiaba solo en su fuerza sin ayuda y desobedecía abiertamente las órdenes divinas.

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