Tus hermanos, es decir, los que estaban con Ezequiel en el cautiverio. La expresión se enfatiza por la repetición y por la adición, "hombres de tu parentela". El pueblo que permanecía en Jerusalén, con arrogante confianza en sí mismo y sin compasión por los desterrados, les había dicho, con palabras y con hechos: “Somos más santos que ustedes; vivimos en la ciudad elegida, tenemos el templo, el sacerdocio designado y los sacrificios, y tenemos en posesión la tierra de la Iglesia de Dios; ustedes son marginados.

”Al profeta se le enseña que estos desterrados despreciados, privados de tantos privilegios, son todavía sus verdaderos hermanos, y que debe considerarlos como sus verdaderos parientes en lugar de los sacerdotes corruptos de Jerusalén. En esta palabra hay una alusión al oficio de Göel, el familiar más cercano, cuyo deber era en todos los sentidos ayudar a su pariente empobrecido o desafortunado. Además, a estos exiliados se les llama “toda la casa de Israel en su totalidad; “Los otros, no éstos, son echados fuera, y Dios hará Su pueblo a partir de aquellos que ahora están sufriendo Su castigo purificador. Este contraste se lleva a cabo en los siguientes versículos.

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