Levantó a Israel un Salvador, Jesús. - Por supuesto, es probable que los nombres de Jesús y de Juan no fueran del todo desconocidos, incluso en aquellas remotas regiones de Pisidia. Ningún judío podría haber ido a celebrar una fiesta en Jerusalén durante algunos años sin haber oído algo de uno o del otro. El tono de San Pablo es claramente el de quien asume que su historia ya es vagamente conocida y viene a ofrecer un conocimiento de mayor claridad.

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