Que arrastran la iniquidad con cuerdas de vanidad. - La frase es audazmente figurativa. Se piensa que los malhechores se enganchan a sí mismos como al carro del pecado. Las "cuerdas de la vanidad", es decir, de la vacuidad o la impiedad, son los hábitos por los que están atados. Las "cuerdas de los carros", más gruesas y fuertes que las "cuerdas", representan la etapa extrema, cuando tales hábitos se vuelven irresistiblemente dominantes.

Probablemente las palabras pueden apuntar a alguna procesión idólatra, en la que el carro de Baal o Ashtaroth fue arrastrado por sus adoradores, como el de Demêter o Cybele en Grecia, o Juggernâth en India.

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