LVII.

(1) El justo perece ... - Las palabras parecen escritas como en la anticipación o en la presencia real de la persecución de Manasés a los verdaderos profetas. Incluso antes de que la persecución estallara con toda su violencia, los supervivientes "justos" del régimen de Ezequías bien pudieron haber atormentado sus almas hasta la muerte con los males que los rodeaban. El profeta encuentra consuelo en el pensamiento de que su muerte fue una liberación de males aún peores. El número singular apunta a los pocos enfermos notorios.

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