Decís que lo soy. - La pregunta, formulada por toda la compañía de sacerdotes y ancianos, la da solo San Lucas. Aparentemente siguió, como un grito espontáneo de horror indignado, a la respuesta que se había dado al conjuro del sumo sacerdote. La respuesta es completa en sí misma; pero implica, como en las formas menos ambiguas de San Mateo y San Marcos, la confesión de que Él realmente era lo que le habían pedido.

El “yo soy” tiene algo del mismo significado que en Juan 7:24 ; Juan 8:58 (donde ver Notas).

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