Te equivocas. - Esta es, cabe señalar, la única ocasión en la historia del Evangelio en la que nuestro Señor choca directamente con los saduceos. En general, aunque condena y refuta claramente su error característico, el tono en el que habla es menos severo que en el que se dirige a los fariseos. Estaban menos caracterizados por la hipocresía, y eso, como pessima corruptio optimi, fue lo que provocó su más severa reprimenda.

Les dijo que las causas de su error eran dos: (1) un conocimiento imperfecto incluso de las Escrituras que reconocían; (2) concepciones imperfectas de los atributos divinos y, por tanto, una limitación a priori del poder divino. No podían concebir ninguna comunión humana en la vida de la resurrección, excepto aquella que reprodujera las relaciones y condiciones de esta vida terrenal.

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