La sanguijuela tiene dos hijas que gritan: da, da. - La palabra "llorar" no está en hebreo. La sanguijuela se elige aquí como el emblema de la codicia insaciable; si pudiera hablar, sus "hijas", es decir, las palabras que pronunciaría, serían "Da, da". Así que forma una introducción al cuarteto de "cosas insaciables" que sigue.

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