El que está sentado. - Aquí el salmo, con una sublimidad verdaderamente hebrea, pasa de la confusión salvaje en la tierra al espectáculo de Dios mirando hacia abajo con una mezcla de desprecio e ira los intentos infructuosos de los paganos contra su pueblo elegido.

Reír. - Hablamos de la “ironía de los hechos”; el hebreo atribuye ironía a Dios, que controla los acontecimientos.

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