CAPÍTULO XIV.

Debemos desear fervientemente los dones espirituales; pero la profecía

es preferible, porque es superior al don de lenguas, 1, 2.

Definición de la profecía, 3.

Cómo regular este don sobrenatural de lenguas, en la enseñanza

para la edificación de la Iglesia, 4-13.

Al orar y dar gracias, 14-17.

Los que hablan en lenguas deben interpretar para que otros 

sean edificados, 18-22

Qué beneficio puede obtenerse de esto en las asambleas públicas,

23-28.

Cómo deben actuar los profetas o maestros en la Iglesia, 29-33.

Las mujeres deben guardar silencio en la iglesia, 34, 35.

Todos deben ser humildes, y todo debe hacerse con amor,

36-40.

NOTAS SOBRE EL CAP. XIV.

 

verso 1 Corintios 14:1 _ Seguid la caridad... Trabajad con el mayor fervor para ser puestos en posesión de ese amor que soporta, cree, espera y soporta todas las cosas. Puede ser difícil de adquirir y difícil de retener este estado bendito, pero es esencial para su paz presente y felicidad eterna. Esta cláusula pertenece al capítulo anterior.

Desead los dones espirituales... Estáis muy decididos a obtener esos espléndidos dones que pueden contribuir a vuestra consecuencia mundana y complacer vuestras mentes carnales, pero trabajad más bien para obtener los dones del Espíritu de Dios, por los cuales podéis crecer en la gracia y ser útiles para otros y particularmente desead que podáis profetizar -para que seáis capaces de enseñar e instruir a otros en las cosas de su salvación.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad