Verso 1 Corintios 4:13 . Ser difamado... βλασφημουμενοι, Ser blasfemado. Ya he comentado que βλασφημειν significa hablar de forma injuriosa, y puede referirse tanto a Dios como al hombre. Se blasfema a DIOS cuando se tratan despectivamente sus atributos, doctrinas, providencia o gracia, o se dice de él cualquier cosa contraria a su santidad, justicia, bondad o verdad. Se blasfema contra el hombre cuando se dice cualquier cosa injuriosa de su persona, carácter, conducta, etc. Blasfemar contra los hombres es cualquier cosa por la que se les hiere en sus personas, caracteres o propiedades.

La palabra griega que traducimos como suciedad, es περικαθαρματα, una purgación, o sacrificio de lustre; la que traducimos como despojo es περιψημα, un sacrificio de redención. Para comprender toda la fuerza de estas palabras, tal como las aplica el apóstol en este lugar, debemos observar que alude a ciertas costumbres entre los paganos, quienes, en el tiempo de alguna calamidad pública, elegían a algunos infelices de carácter más abyecto y despreciable para que fueran una expiación pública por ellos; A éstos los mantenían un año entero a expensas del público; luego los sacaban, coronados de flores, como era costumbre en los sacrificios; y, tras amontonar sobre sus cabezas todas las maldiciones del país, y azotarles siete veces, los quemaban vivos, y después sus cenizas eran arrojadas al mar, mientras el pueblo decía estas palabras: περιψημαἡμων γινου, sé tú nuestra propiciación. A veces la persona así elegida era arrojada al mar como sacrificio a Neptuno, diciendo el pueblo las palabras anteriores. De ahí que Orígenes diga que nuestro Señor, al entregarse como propiciación por nuestros pecados, fue mucho más que sus apóstoles-περικαθαρματα του κοσμου, παντων περιψημα, la lustración del mundo, y el sacrificio peculiar por todos los hombres. El apóstol, por lo tanto, quiere decir que él y sus compañeros fueron tratados como esos seres miserables que fueron juzgados como no aptos para nada más que para ser víctimas expiatorias a los dioses infernales, para la seguridad y redención de los demás. Nuestras palabras "suciedad" y "desecho" no transmiten el sentido legítimo del original. Véanse varias observaciones útiles sobre estos términos en Pearce, Whitby y Parkhurst.
 

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