Versículo 17. El que se gloríe, gloríese en el Señor... En lugar de jactarse o regocijarse incluso en su propio éxito en la predicación del Evangelio, ya que nadie puede tener éxito sin la bendición especial de Dios, que Dios, que dio la bendición, tenga la gloria. Incluso el apóstol genuino, que recibe su comisión inmediatamente de Dios mismo, no recibe elogios de la prosperidad de su obra, sino que se lo da todo a Dios.

¡Cuán poco tienen, pues, de jactarse vuestros suboficiales , a quienes Dios no ha asignado ninguna provincia, y que sólo se jactan en la obra ajena de cosas preparadas a su alcance !

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