Prefacio al Segundo Libro de los Reyes
También llamado el Cuarto Libro de los Reyes
En el prefacio del primer libro de los Reyes he hablado mucho de estos dos libros, autor, tiempo de escribir, etc., a los que debo referir a mis lectores, por ser común a ambos el prefacio.
El Segundo Libro de los Reyes contiene la historia de trescientos ocho años, desde la rebelión de Moab, AM 3108, hasta la ruina del reino de Judá, AM 3416.
La historia, en general, muestra poco menos que una serie de crímenes, desastres, beneficios divinos y juicios divinos. En el reino de Judá nos encontramos con algunos reyes que temían a Dios y promovían los intereses de la religión pura en la tierra; pero la mayor parte eran idólatras y libertinos del más alto nivel.
El reino de Israel era aún más corrupto: todos sus reyes eran idólatras empedernidos; tiranos libertinos, viciosos y crueles. Elías y Eliseo se levantaron en nombre de Dios y de la verdad en este reino caído e idólatra, y dieron un fuerte testimonio contra las corrupciones de los príncipes y el libertinaje del pueblo: su poderoso ministerio se limitó a las diez tribus; Judá tenía sus propios profetas, y en número considerable.
Finalmente, la mano vengadora de Dios cayó primero sobre Israel y luego sobre Judá. Israel, después de muchas convulsiones, desgarrado por guerras internas y extranjeras, finalmente fue completamente subyugado por el rey de Asiria, el pueblo llevado al cautiverio y la tierra repoblada por extraños, AM 3287.
El reino de Judá continuó algún tiempo más, pero finalmente fue derrocado por Nabucodonosor; Sedequías, su último rey, fue hecho prisionero; sus ojos apagados; y la mayor parte del pueblo fue llevada en cautiverio, lo cual duró como setenta años. El cautiverio comenzó bajo Joacim, AM 3402, y terminó bajo Belsasar, AM 2470 o 3472. Después de esto hubo una restauración parcial de los judíos, pero nunca más alcanzaron ninguna importancia entre las naciones; y por fin su gobierno civil fue finalmente disuelto por los romanos, y su templo quemado, año 70 d.C; y desde entonces hasta ahora se convirtieron en fugitivos y vagabundos sobre la faz de la tierra, universalmente detestados por la humanidad. Pero, ¿no deberían ser amados por causa de sus padres? ¿No son hombres y hermanos? ¿La persecución y el desprecio los convertirán al cristianismo, o a cualquier cosa buena?