Versículo 27. Sobre cuyos cuerpos el fuego no tenía ningún poder. Los paganos se jactaban de que sus sacerdotes podían caminar sobre brasas ardientes sin herirse; y Virgilio menciona esto de los sacerdotes de Apolo de Soracte: -

¡Summe Deum, sancti custos Soractis Apollo!

Quem primi colimus, cui pineus ardor acervo

Pascitur; et medium, freti pietate, per ignem

Cultores multa premimus vestigia pruna.

VIRG. AEn. xi. 785.

Oh Febo, guardián de los bosques de Soracte

Y las colinas sombrías; un dios por encima de los dioses;

A quien nuestros nativos rinden los ritos divinos,

y queman bosques enteros de pinos sagrados;

Camina a través del fuego en honor a tu nombre,

ileso, incólume y sagrado de la llama.

PITTS.


Pero Varro nos dice que ungían las plantas de sus pies con una especie de ungüento que los preservaba de ser quemados. Últimamente una hembra mostraba muchas proezas de este género, poniéndose hierro al rojo vivo en los brazos, pechos, etc., y pasándoselo por el pelo sin el menor inconveniente, pero en el caso de los tres hebreos todo era sobrenatural, y el rey y sus oficiales bien lo sabían.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad