CAPÍTULO XIII

De los falsos profetas y sus señales mentirosas , 1-6.

De aquellos que se esfuerzan por atraer y seducir

a la gente a la idolatría , 7-8.

El castigo de tales , 9-11.

De las ciudades desviadas del culto puro de Dios , 12-14.

Cómo ha de ser tratada esa ciudad , 15.

Todo el botín de ella será destruido , 16.

Promesas a los que obedezcan estas instrucciones , 17, 18.

NOTAS SOBRE EL CAP. XIII

Versículo Deuteronomio 13:1 . Si surge entre vosotros un profeta.  Cualquiera que pretenda tener una influencia divina, para poder perfectamente dirigir a otros en el camino de la salvación; o un soñador de sueños - uno que finge que alguna deidad le ha hablado en la noche; y le da una señal , אות oth, lo que parece ser una prueba milagrosa de su misión; o prodigio , מופת mopheth, algún tipo o representación de aquello a lo que él quiere traerte: como algunos han pretendido haber recibido una imagen consagrada del cielo; de ahí el origen del paladio, los escudos de Numa y muchas de las deidades entre los hindúes. Pero aquí la palabra parece significar alguna señal portentosa , como un eclipse , que el que supiera cuándo tendría lugar podría predecir a la gente que no sabía nada del asunto, y así acreditar sus pretensiones.

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