Versículo 10. Porque somos hechura suya...  Tan lejos está esta salvación de ser obra nuestra, o concedida por causa de nuestras propias obras, que nosotros mismos no sólo somos criaturas de Dios, sino que nuestra nueva creación fue producida por su poder; pues hemos sido creados en Cristo Jesús para buenas obras. Nos ha salvado para que mostremos las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su maravillosa luz. Pues aunque no nos salvamos por nuestras buenas obras, nos salvamos para que podamos realizar buenas obras, para gloria de Dios y provecho de los hombres.

Lo que Dios ha ordenado de antemano... οις προητοιμασες. Para lo cual Dios nos preparó de antemano, para que anduviéramos en ellas. Porque siendo salvados del pecado somos hechos partícipes del Espíritu de santidad; y es natural que ese Espíritu nos lleve a la práctica de la santidad; y el que no es santo en su vida no es salvo por la gracia de Cristo. El antes de ordenar, o más bien preparar, debe referirse al momento en que Dios comenzó la nueva creación en sus corazones; porque desde la primera inspiración de Dios sobre el alma ésta comienza a amar la santidad; y la obediencia a la voluntad de Dios es el elemento mismo en el que vive un alma santa o regenerada.

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