Comentario Biblico de Adam Clarke
Esdras 8:26
Verso 26. Los vasos de plata cien talentos. Es decir, el peso de todos los recipientes de plata ascendía a cien talentos; no que hubiera cien recipientes de plata de un talento cada uno.
Calculando en sumas redondas, 650 talentos de plata, a 450 libras el talento, equivalen a 292.500 libras esterlinas. Las vasijas de plata, 100 talentos, ascienden a 45.000 libras esterlinas; el oro, 100 talentos, a 7.000 libras esterlinas por talento, ascienden a 700.000 libras esterlinas, independientemente de los 20 basones de oro, que ascienden a 1.000 dracmas. Ahora bien, el dracma de oro o dárico valía aproximadamente 1£. 2s., por lo que estos basones valían 1.100 libras; el conjunto asciende a 1.038.600 libras esterlinas. Pero estos diferentes pesos y monedas se calculan de forma variada; algunos hacen que el talento de la plata sea sólo de 353 11s. 10 ½d., y el talento de oro £5057 15s. 1 ½d., cálculos que he introducido en otra parte.
Dos vasijas de cobre fino, preciosas como el oro. No podemos decir qué eran. El siríaco traduce [persa] nechoso corinthio toba, para ser vasos del mejor bronce corintio; llamado así por el bronce encontrado tras el incendio de Corinto por Lucio Mummio, que era bronce, cobre, oro y plata, todo fundido, como se supone generalmente. Pero probablemente se trataba de un metal ficticio fabricado allí, que tomaba el pulido y asumía el brillo del oro, y por su dureza era más duradero. Todavía existe un metal ficticio de este tipo, fabricado entre los asiáticos. He visto este metal a menudo; es tan brillante y fino como el oro, toma un pulido más exquisito, y apenas se empaña. Lo he mantenido expuesto a todas las variaciones del aire, incluso entre hierro viejo, latón, cobre, etc., durante veinte años juntos, sin que apenas se oxide. Requiere mucho arte en la fabricación, pero los materiales que lo componen son de poco valor. Los recipientes de este metal, por su brillo y durabilidad para usos ornamentales y domésticos, son en muchos aspectos más valiosos que el propio oro. La única dificultad es obtener al principio el verdadero color, que depende del grado de calor y del tiempo empleado en la fusión, pero existen, sin embargo, reglas adecuadas para determinarlo. Este metal es muy diferente del o molu de Francia e Inglaterra, es menos caro y mucho más valioso.