CAPITULO XX

El prefacio a los diez mandamientos, 1, 2.

El PRIMER mandamiento, contra la idolatría mental o literal, 3.

El SEGUNDO, contra la realización y adoración de imágenes, o idolatría práctica, 4-6.

El TERCERO, contra el juramento falso, la blasfemia y la irreverencia.

uso del nombre de Dios, 7.

El CUARTO, contra la profanación del sábado, y

ociosidad los demás días de la semana, 8-11.

El QUINTO, contra la falta de respeto y la desobediencia a padres, 12.

El SEXTO, contra el asesinato y la crueldad, 13.

La SÉPTIMA, contra el adulterio y la inmundicia, 14.

OCTAVA, contra el robo y la deshonestidad, 15.

NOVENO, contra falso testimonio, perjurio, c., 16.

La DÉCIMA, contra la codicia, 17.

La gente está alarmada por la terrible aparición de Dios en el

monte y permanecer lejos, 18.

Oran para que Moisés sea mediador entre Dios y ellos, 19.

Moisés los anima, 20.

Se acerca a la densa oscuridad, y Dios se comunica con él, 21, 22.

Más direcciones contra la idolatría, 23.

Instrucciones para hacer un altar de tierra, 24

y un altar de piedra labrada, 25.

Ninguno de estos debe ser subido por escalones, y la razón dada, 26.

NOTAS SOBRE CAP. XX

Verso Éxodo 20: 1. Todas estas palabras... Houbigant supone, y con gran plausibilidad de razón, que la cláusula את כל הדברים האלה eth col haddebarim haelleh, "todas estas palabras", pertenecen a la última parte del versículo final de Éxodo 19:25, que él piensa Debe leerse así: Y descendió Moisés al pueblo y les habló TODAS ESTAS PALABRAS; es decir, pronunció la solemne acusación relativa a que no intentaran subir a esa parte de la montaña en la que Dios se manifestó en su gloriosa majestad, para que no se precipitara sobre ellos y los consumiera. Porque, ¿cómo pudieron la justicia y la pureza divinas permitir que un pueblo tan contaminado permaneciera en su presencia inmediata? Cuando Moisés, por tanto, bajó y dijo todas estas palabras, y él y Aarón volvieron a subir al monte, entonces el Ser Divino, como legislador supremo, es presentado majestuosamente así: Y Dios habló, diciendo. Esto le da una dignidad al comienzo de este capítulo del que la cláusula arriba mencionada, si no se refiere al discurso de Moisés, lo priva. El anglosajón favorece esta enmienda: [anglosajón], Dios habló ASÍ, que es todo el primer verso tal como está en esa versión.

Algunos sabios opinan que los DIEZ MANDAMIENTOS fueron entregados el 30 de mayo, siendo entonces el día de pentecostés.

 

Las leyes dictadas en el monte Sinaí han recibido varios nombres. En Deuteronomio 4:13, se les llama עשרת הדברים asereth haddebarim, LAS DIEZ PALABRAS. En el capítulo anterior, Éxodo 19: 5, Dios los llama את בריתי eth berithi, mi PACTO, es decir, el acuerdo que celebró con el pueblo de Israel para tomarlos por un pueblo peculiar, si lo tomaban como su Dios y porción. . Si en verdad obedecéis mi voz y guardáis mi PACTO, ENTONCES seréis un tesoro peculiar para mí. Y la palabra pacto aquí evidentemente se refiere a las leyes dadas en este capítulo, como es evidente en Deuteronomio 4:13: Y les declaró su PACTO, que les ordenó cumplir, los DIEZ MANDAMIENTOS. También se les ha denominado ley moral, porque contienen y establecen reglas para la regulación de los modales o conducta de los hombres. A veces se les ha llamado la LEY, התורה hattorah, a modo de eminencia, por contener el gran sistema de instrucción espiritual, dirección, guía, etc. Vea la palabra LEY, Éxodo 12:49. Y con frecuencia el DECÁLOGO, Δεκαλογος, que es una traducción literal al griego del עשרת הדברים asereth haddebarim, o DIEZ PALABRAS, de Moisés.

Entre los teólogos, generalmente se dividen en lo que denominan la primera y la segunda tabla. La PRIMERA tabla contiene el primero, segundo, tercero y cuarto mandamientos, y comprende todo el sistema de teología, las verdaderas nociones que debemos formarnos de la naturaleza divina, la reverencia que debemos y el servicio religioso que debemos prestarle. El SEGUNDO, que contiene los seis últimos mandamientos, y comprende un sistema completo de ética, o deberes morales, que el hombre debe a sus semejantes, y de cuya debida ejecución dependen el orden, la paz y la felicidad de la sociedad. Por esta división, la PRIMERA tabla contiene nuestro deber para con DIOS, el SEGUNDO nuestro deber para con nuestro PRÓJIMO. Esta división, que es bastante natural, nos remite al gran principio, el amor a Dios y el amor al hombre, a través del cual se observan ambas tablas.

1. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerzas.

2. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

De estos dos depende toda la ley y los profetas.Mateo 22:37; y "Mateo 22:38"".Mateo 22:39 ; y "Mateo 22:40".

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