Comentario Biblico de Adam Clarke
Génesis 45:28
Verso Génesis 45:28. Es suficiente; José mi hijo está vivo todavía...
No fue el estado de dignidad al que José se había levantado lo que afectó particularmente a Jacob, fue la consideración de que todavía estaba vivo. Fue esto lo que le hizo exclamar רב rab; "¡Basta! ¡Suficiente! ¡Mi hijo aún está vivo! Iré a verlo antes de morir". Nadie puede darse cuenta de esta escena; las palabras, las circunstancias, todo se refieren a sentimientos indescriptibles.
1. En la conducta de José hacia sus hermanos hay varias cosasque son dofocoles de comprender. Es extraño, sabiendo cuánto lo amaba su padre, que nunca hubiera aprovechado una oportunidad de las que debieron haberle ofrecido, para informarle que estaba vivo; y que el interés propio no le dictara la conveniencia de esto es a primera vista sorprendente, ya que sin duda su padre habría pagado su rescate y le habría devuelto la libertad; pero una pequeña reflexión demostrará que la prudencia dictaba el secreto. Sus hermanos, celosos y envidiosos en extremo, pronto habrían descubierto otros métodos para destruir su vida si lo hubieran vuelto a poner en su poder. Por lo tanto, por su seguridad personal, prefirió ser un esclavo en Egipto que arriesgar su vida volviendo a casa. Por este motivo, es evidente que no podría haber descubierto con seguridad el lugar de su residencia.
2. Su actitud con sus hermanos, antes de darse a conocer, parece inexcusablemente duro, si no vengativo; pero cuando se considera a los hombres, parecerá suficientemente evidente que ningún otro medio habría sido adecuado para despertar sus tórpidas conciencias y llevarlos al debido sentimiento de culpa. Una enfermedad desesperada requiere un remedio desesperado. El evento justificó todo lo que hizo, y parece que Dios fue el director de todo.
3. Su conducta al exigir que Benjamín viniera como si fuera arrancado del corazón sangrante de un padre anciano y desolado, en cuyo afecto él mismo había vivido durante mucho tiempo, es la más difícil de explicar de forma satisfactoria. A menos que el Espíritu de profecía le hubiera asegurado que este experimento terminaría de la manera favorable, su conducta al realizarlo no puede ser bien justificada. A tal conducta ha sido atribuida una insinuación profética por los eruditos; y podemos decir que esta consideración, si no desata el nudo, al menos lo corta. Quizás sea mejor decir que en todas estas cosas, José actuó como lo mandó una providencia, bajo la influencia de la cual podría haber sido llevado a hacer muchas cosas que no había planeado previamente. El asunto prueba que la mano de la sabiduría y la bondad de Dios dirigió, reguló y gobernó cada circunstancia, y el resultado fue gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz y buena voluntad entre los hombres.
4. Este capítulo, que contiene el desenlace de la trama e ilustra maravillosamente los misterios de estas providencias particulares, es uno de los más interesantes de todo el relato: el discurso de José a sus hermanos, Génesis 45: 1, es solo inferior a la de Judá en el capítulo anterior. Vio que sus hermanos estaban confundidos ante su presencia, que estaban golpeados con su poder actual, que recordaban y deploraban profundamente su propia culpa. Era necesario consolarlos, no fuera que sus corazones se sintieran abrumados por un dolor excesivo. ¡Cuán delicada y finamente elaborada es la disculpa que les da! Todo el corazón del hermano cariñoso se ve a la vez en él "No se entristezcan ni se enojen con ustedes mismos, no fueron ustedes los que me enviaron acá, sino Dios". Lo que dice también sobre su padre muestra los sentimientos más cálidos de un corazón benévolo y filial. De hecho, todo el capítulo es una obra maestra de composición; y es más impresionante porque evidentemente se trata de una simple relación de hechos tal como ocurrieron; porque no se hace ningún intento de realzar el efecto mediante coloraciones retóricas o reflexiones filosóficas; todo es simple, pura naturaleza, de principio a fin. Es una historia que no tiene compañera, plagada de incidentes tan probables como verdaderos; donde cada pasión es llamada a la acción, donde cada uno actúa según su propio carácter y donde nada es exagerado en el tiempo o extravagante en grado. Si la historia de José no hubiera formado parte de las Sagradas Escrituras, ¡se habría publicado en todos los idiomas vivos del hombre y se habría leído en todo el universo! Pero contiene las cosas de Dios, y para todos ellos la mente carnal es enemistad.