Hechos 16:30

Versículo 30. Los sacaron... del calabozo en que estaban encerrados.

¿Qué debo hacer para ser salvo?  Si esto se refiere a la seguridad personal o eterna, es la pregunta más interesante para el hombre. Pero no es probable que el carcelero se refiriera aquí a su seguridad personal. Había visto, a pesar de que las puertas de la prisión habían sido abiertas milagrosamente, y las ataduras de los prisioneros se habían soltado, que ninguno de ellos había escapado: por lo tanto, no podía sentirse en peligro de perder la vida por este motivo; y en consecuencia no puede ser su seguridad personal lo que pregunta.

No podía dejar de saber que estos apóstoles habían estado predicando entre la gente lo que ellos llamaban la doctrina de la salvación ; y sabía que por expulsar un demonio se le entregaban bajo su custodia: el Espíritu de Dios ya había convencido su corazón de que estaba perdido y necesitaba la salvación ; y por lo tanto su seria indagación es cómo debe obtenerlo. La respuesta de los apóstoles al carcelero muestra que su pregunta no era sobre su seguridad personal ; ya que su creencia en Jesucristo no podría haber tenido ningún efecto sobre eso, en sus circunstancias actuales.

Los hombres que disputan contra este sentido de la palabra no se dan cuenta de que el Espíritu de Dios puede enseñar cualquier cosa a un corazón , que la cabeza de una persona no haya aprendido previamente. Por lo tanto, dicen que era imposible que un pagano pudiera hacer tal pregunta en referencia a su estado eterno , porque no podía saber nada al respecto. Sobre esta base, ¡cuán impertinente hubiera sido la respuesta de los apóstoles: Cree en el Señor Jesucristo, y serás puesto en un estado de SEGURIDAD PERSONAL, tú y tu familia ! Sostengo que ni él ni su familia estaban en peligro, mientras que ningún prisionero había escapado; por lo tanto, no tenía nada que temer de este lado; y, sobre la base contra la cual sostengo, su propia pregunta hubiera sido tan impertinente como la respuesta de los apóstoles.