verso Hechos 23:2 _ El sumo sacerdote, Ananías... Había un sumo sacerdote de este nombre, que fue enviado preso a Roma por Quadratus, gobernador de Siria, para dar cuenta de la parte que tomó en la disputa entre los judíos y los samaritanos; ver a José. antigüedad liberación XX. gorra. 6, art. 8; pero si alguna vez regresó a Jerusalén, dice el Dr. Lightfoot, es incierto; aún más incierto si alguna vez fue restaurado al oficio de sumo sacerdote; y lo más incierto de todo si ocupó la silla cuando Pablo abogó por su causa, que fue algunos años después de que Félix se estableciera en el gobierno.

Pero Krebs ha probado que este mismo Ananías, al ser examinado en Roma, fue hallado inocente, regresó a Jerusalén y fue restaurado al sumo sacerdocio; ver a José. antigüedad liberación XX. gorra. 9, art. 2; pero de su muerte no encuentro nada seguro. Véase Krebs sobre este lugar, (Observat. in Nov. Testament. e Flavio Josepho), quien exitosamente contradice la opinión del Dr. Lightfoot, mencionada al comienzo de esta nota. Hubo un tal Ananías, de quien se dice que pereció en un tumulto provocado por su propio hijo unos cinco años después de este tiempo; véase Jos. Antiq. liberación X. gorra. 9. Guerra, lib. ii. gorra. 17

Para golpearlo en la boca... Porque profesaba tener una buena conciencia, creyendo en Jesucristo y propagando su doctrina.

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