Hechos 24:25

Versículo Hechos 24:25 . Como razonó de la justicia... δικαιοσυνης; Los principios y requisitos de la justicia y el derecho, entre Dios y el hombre; y entre el hombre y sus semejantes, en todas las relaciones y conexiones de la vida.

Templanza... εγκρατειας, Castidad; autogobierno o moderación con respecto a los apetitos, pasiones y propensiones de todo tipo del hombre.

Y el juicio venidero... κριματος του μελλοντος; El día de la retribución, en el que los injustos, intemperantes e incontinentes, deberán dar cuenta de todas las obras realizadas en el cuerpo. Este discurso de San Pablo estaba adaptado de manera muy solemne y precisa al estado de la persona a la que se dirigía. Félix era tirano y opresor en su gobierno; vivía bajo el poder de la avaricia y de los apetitos desenfrenados; y su incontinencia, intemperancia e injusticia, se manifiestan plenamente en la privación de su esposa al rey de Emesa, y en su conducta hacia San Pablo, y en los motivos por los que se regulaba esa conducta. Y en cuanto a Drusila, que había abandonado al marido de su juventud, y olvidado el pacto de su Dios, y se había convertido en la compañera voluntaria de este mal hombre, era digna de la más fuerte reprobación; y el razonamiento de Pablo sobre la rectitud, la templanza y el juicio, no era menos aplicable a ella que a su inescrupuloso amante.

Félix tembló... "La razón del temor de Félix", dice el P. Pearce, "parece haber sido que Drusila, que era judía y sabía que lo que había hecho era contrario a la ley de Moisés, pudiera ser influenciada por el discurso de Pablo, y que la felicidad de Félix con ella fuera perturbada. Lo que se dice de Félix, Hechos 24:26 parece mostrar que no tenía ningún remordimiento de conciencia por lo que había hecho". En cuanto a los escrúpulos de Drusila, tenía poco que temer; el rey de Emesa, su marido, había muerto unos tres años antes de esto; y en cuanto a los escrúpulos judíos, ella podía verse poco afectada por ellos: ya había actuado en oposición a la ley judía, y se dice que se había convertido en pagana por causa de Félix. Por lo tanto, podemos esperar que Félix se sintiera arrepentido de las iniquidades de su vida; y que su conciencia no estuviera tan asustada ni tan endurecida como para no recibir y retener algunas impresiones de gracia de un discurso como éste, pronunciado con la autoridad y acompañado de la influencia del Espíritu de Dios. El hecho de que enviara con frecuencia a buscar al apóstol para hablar con él en privado, es una prueba de que deseaba recibir más instrucciones en un asunto en el que estaba tan profundamente interesado; aunque ciertamente no carecía de motivos de tipo más bajo, pues esperaba obtener dinero para la liberación del apóstol.

Vete por esta vez... Su conciencia había recibido todo el terror y la alarma que era capaz de soportar; y probablemente deseaba ocultar, mediante la privacidad, la confusión y la consternación que, a estas alturas, eran plenamente evidentes en su semblante.