Verso Hechos 3:16. Y su nombre... Y su nombre... JESÚS, el Salvador: mediante la fe en su nombre, como Salvador y autor de la vida, y de todas sus bendiciones consecuentes, como la salud, etc. No está muy claro si los apóstoles se refieren a su propia fe en Jesús, o a la fe del cojo. Es cierto que Cristo había prometido que harían milagros en su nombre, Marco 16:17, Marco 16:18.Y que todo lo que pidieran al Padre en su nombre, se lo concedería, Juan 16:23. Y es posible que en ese momento se vieran impulsados a pedir a Dios que les permitiera hacer este milagro, y que la fe que tenían en su poder ilimitado y en su verdad inmutable les indujera a hacer esta petición. O bien, la fe pudo haber sido la del cojo; los apóstoles, en el tiempo que deseaban que los mirara, pudieron haberle enseñado la necesidad de creer en Cristo para su sanidad; y la mente del hombre pudo haber sido preparada para esto por el milagro del don de lenguas, del cual debió haber escuchado; y oído que esta poderosa efusión del Espíritu había venido en el nombre y por el poder de Cristo. De cualquier manera que se entienda la fe, fue sólo el medio para recibir la bendición, que los apóstoles atribuyen muy positivamente, no a su poder o santidad, sino sólo a Jesucristo. La fe siempre recibe; nunca da.

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