Verso Juan 14:16. Oraré al Padre...  Después de haber hecho una expiación por el pecado del mundo, me convertiré en el Mediador entre Dios y el hombre; y a través de mi mediación e intercesión todas las bendiciones de gracia y gloria serán adquiridas.

Otro Consolador... o, patrón, mediador. Así se denomina a Cristo,1 Juan 2:1, donde la traducción común traduce la palabra abogado. Cristo es llamado así, porque se le representa tramitando los asuntos de nuestras almas con Dios; y por esta causa, nos dice, va al Padre, Juan 14:12. El Espíritu Santo es llamado así, porque tramita la causa de Dios y de Cristo con nosotros, nos explica la naturaleza e importancia de la gran expiación, nos muestra la necesidad de la misma, nos aconseja que la recibamos, nos instruye sobre cómo asirla, vindica nuestro derecho a ella, e intercede en nosotros con gemidos indecibles. Como Cristo actuó con sus discípulos mientras estuvo con ellos, así el Espíritu Santo actúa con los que creen en su nombre.

Para siempre... Como la muerte y la expiación de Cristo serán necesarias para el hombre hasta la consumación del mundo, así el oficio del Espíritu Santo debe continuar entre los hombres hasta el fin de los tiempos: por tanto, dice Cristo, continuará con vosotros para siempre, enseñando, consolando, aconsejando, defendiendo e intercediendo por vosotros y por todos mis seguidores hasta el fin de los tiempos.

 

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