Verso Juan 15:13. Que un hombre entregue su vida por sus amigos... 

Ningún hombre puede llevar su amor por su amigo más lejos que esto: porque, cuando entrega su vida, entrega todo lo que tiene. Esta prueba de mi amor por ti la daré dentro de unas horas; y la doctrina que te recomiendo la voy a ejemplificar yo mismo. Hay varios casos notables, en la antigüedad pagana, en los que un amigo ofreció su vida por otro. Los dos que siguen no quedarán deshonrados ni siquiera en el libro de Dios; todo lo que sea amoroso y puro, en paganos, judíos o cristianos, debe provenir del Dios del amor y la pureza.

Cuando Ciro hizo la guerra al rey de Armenia, y lo tomó prisionero a él, a su mujer y a sus hijos, junto con Tigranes, su hijo, y su mujer; tratando con el anciano rey sobre su rescate, le dijo: ¿Cuánto dinero me darás para volver a tener a tu mujer? Todo el que tengo, respondió el rey. ¿Y cuánto quieres adelantar para volver a disfrutar de tus hijos? Todo lo que pueda producir, respondió el rey. Calculando así, dijo Ciro, valoras a éstos en el doble de lo que posees. Entonces, volviéndose a Tigranes, le dijo: ¿Cuánto quieres dar como rescate, para que puedas tener a tu mujer? (Ahora bien, Tigranes se había casado hacía poco, και ὑπερφιλων την γυναικα, y amaba mucho a su mujer). Respondió: Ciertamente, oh Ciro, και της ψυχης πριαιμην, la rescataré incluso con MI VIDA, para que deje de estar esclavizada. Véase XENOPH. Cyrop. lib. iii. c. 2.

El segundo ejemplo, que es demasiado largo para ser insertado, es aquel relato conmovedor de la amistad de Niso y Euríalo, dado por Virgilio, en el libro noveno de las AEneas. Estos dos amigos, unidos, habían matado a muchos de los rutulianos en un ataque nocturno: al final Euríalo fue hecho prisionero. Niso, escondido en un matorral, mató a varios jefes del enemigo con sus jabalinas: Volscens, su general, al no ver la mano con la que fueron asesinados sus oficiales, decide vengarse de su prisionero. Niso, al ver a su amigo a punto de ser atravesado por la espada, sale corriendo del bosque donde yacía escondido y grita de repente: -

¡ME! ME! adsum qui FECI! in ME convertite ferrum,

¡Oh Rutuli! MEA fraus omnis:-nihil ISTE-nec ausus,

¡Nec potuit-Caelum hoc, et conscia sidera testor!

TANTUM infelicem NIMIUM DILEXIT AMICUM.

AEN. lib. ix. l. 427, c.

"¡YO! Yo! gritó, volved todas vuestras espadas solas

sobre mí, el hecho confesado, la culpa mía.

No pudo, ni se atrevió, el joven inocente

Luna y estrellas, dad testimonio de la verdad.

Su único crimen (si la amistad puede ofender)

es amar demasiado a su infeliz amigo".

DRYDEN.


Los que entienden el hermoso original percibirán enseguida que la seriedad, la confusión, el desorden, la impaciencia y el amor ardiente del AMIGO, están mal imitados en la anterior traducción insulsa.

La amistad de David y Jonatán es bien conocida: este último cedió alegremente su corona a su amigo, aunque él mismo era digno de llevarla. Pero cuando todos estos ejemplos de rara amistad y afecto son vistos, leídos y admirados, deje que el lector afectado vuelva sus ojos asombrados a Jesús, derramando su sangre, no por sus amigos, sino por sus ENEMIGOS; y, en las agonías de la muerte, haciendo súplicas por sus asesinos, con: ¡Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen! y entonces deje que exclame, si puede,

"Oh Cordero de Dios, ¿hubo alguna vez dolor?,

nunca hubo amor como el tuyo".

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