Verso Levítico 17:15. Lo que murió por sí mismo, o lo que fue desgarrado. Porque, en ambos casos, la sangre quedó retenida en el cuerpo; de ahí que el concilio de Jerusalén prohibiera las cosas estranguladas así como la sangre, porque en tales animales la sangre se coagulaba en las venas y arterias.  Consulte Hechos 15:28.

Teniendo en cuenta todo esto, seguramente hay tan poca propiedad en comer sangre como necesidad de hacerlo. Los que hagan lo contrario deben cargar con su iniquidad. Si comer sangre no es una ofensa, entonces no tienen ningún pecado por el que responder. Los temas principales de este capítulo ya han sido tratados tan ampliamente en las notas, que no es necesario añadir nada a modo de reflexión o mejora.

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