Verso Levítico 2:13. Con todas tus ofrendas ofrecerás sal.  

La sal era lo opuesto a la levadura, pues preservaba de la putrefacción y la corrupción, y significaba la pureza y la fidelidad perseverante que eran necesarias en el culto a Dios. Todo se sazonaba con ella, para significar la pureza y la perfección que debían extenderse por todas las partes del servicio divino, y por los corazones y las vidas de los adoradores de Dios. Se llamaba la sal del pacto de Dios, porque como la sal es incorruptible, así era el pacto hecho con Abram, Isaac, Jacob y los patriarcas, relativo a la redención del mundo por la encarnación y muerte de Jesucristo. Entre los paganos la sal era un ingrediente común en todas sus ofrendas de sacrificio; y como se consideraba esencial para la comodidad y la preservación de la vida, y un emblema de las dotes corporales y mentales más perfectas, se suponía que era uno de los regalos más aceptables que podían hacer a sus dioses, de cuyos sacrificios nunca estaba ausente. Ese inimitable e invaluable escritor, Plinio, ha dejado un largo capítulo sobre este tema, el séptimo del trigésimo primer libro de su Historia Natural, algunos extractos del cual no desagradarán al lector inteligente. Ergo, hercule, vita humanior sine Sale nequit degere: adeoque necessarium elementum est, ut transierit intellectus ad voluptates animi quoque. Nam ita SALES appellantur omnisque vitae lepos et summa hilaritas, laborumque requies non alio magis vocabulo constat. Honoribus etiam militiaeque inter ponitur, SALARIIS inde dictis--Maxime tamen in sacris intelligitur auctoritas, quando nulla conficiuntur sine mola salsa. "Tan esencialmente necesaria es la sal, que sin ella no puede conservarse la vida humana: e incluso los placeres y dotes de la mente se expresan con ella; las delicias de la vida, el reposo y la más alta serenidad mental, no se expresan con otro término que el de sales entre los latinos. También se ha aplicado para designar las recompensas honoríficas dadas a los soldados, que se llaman salarii o salarios. Pero su importancia puede entenderse aún más por su uso en las cosas sagradas, ya que ningún sacrificio se ofrecía a los dioses sin la torta de sal". Así Virgilio, Égloga viii, ver. 82: Sparge molam.

"Desmenuzar la mole sagrada de sal y maíz".

Y de nuevo, AEneid., lib. iv., ver. 517: -

Ipsa mola, manibitsque piis, altaria juxta.

"Ahora con la torta sagrada, y las manos levantadas,,

todo inclinado a la muerte, ante su altar se encuentra".

PITT.

De la misma manera Homero: -

Πασσε δ' ἁλος θειοιο, κρατευταων επαειπας.

Ilíada, lib. ix., ver. 214.

"Y tomando la sal sagrada del lado del hogar,

donde estaba atesorada, la derramó sobre el festín".

COWPER.


Se podrían multiplicar fácilmente las citas de este tipo, pero la anterior puede considerarse suficiente.

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