Verso Lucas 16:3. No puedo cavar... No podía someterse a ser un vulgar jornalero, que era un empleo tan severo como bajo: Me avergüenzo de mendigar. Y como éstas eran las únicas formas honestas que le quedaban para procurarse un bocado de pan, y no quiso someterse a ninguna de ellas, se encontró con que debía continuar con el sistema de la esclavitud, a fin de proveer a su ociosidad y lujo, o bien morir de hambre. ¡Ay del hombre que obtiene su pan de esta manera! La maldición del Señor debe estar en su cabeza, y en su corazón; en su cesta, y es su tienda.

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