Verso Lucas 2:15. Vayamos ahora hasta Belén...  διελθωμεν, atravesemos el país lo más cerca posible, para no perder tiempo, y poder ver pronto a este glorioso reconciliador de Dios y de los hombres. Todas las demoras son peligrosas: pero el que tarda en buscar a Jesús, cuando los ángeles, los mensajeros de Dios, le traen la buena nueva de la salvación, arriesga su seguridad presente y su felicidad eterna. ¡Oh, qué darían los condenados del infierno por esos momentos en que los vivos oyen hablar de la salvación, si tuvieran la misma posibilidad de recibirla! Lector, sé sabio. Conoce ahora a Dios, y estate en paz; y así te vendrá el bien. Amén.

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