Verso 39. El que halla su vida...  

Quien, por su interés temporal, abandone sus preocupaciones espirituales, perderá su alma y quien, para evitar el martirio, abjura de la religión pura de Cristo, perderá su alma y quizás también su vida. El que encuentre su vida, la perderá, se cumplió literalmente en el Arzobispo Cranmer. Confesó a Cristo contra el diablo y su hijo mayor, el Papa. Se ordenó que lo quemaran; para salvar su vida se retractó y, no obstante, fue quemado. Todo lo que un hombre sacrifica a Dios nunca se pierde, porque lo encuentra de nuevo en Dios.

Hay un buen artículo sobre este tema en Juvenal, sábado. viii. l. 80, que merece ser registrado aquí.

----------- ambiguae si quando citabere testis

Incertaeque rei, Phalaris liect imperet ut sis

Falsus, et admoto dictet perjuria tauro,

Summum crede nefas ANIMAM praeferre PUDORI

Et propter VITAM VIVENDI perdere causas.

---------- Si alguna vez llamé

Para dar tu testimonio en caso dudoso,

Aunque el mismo Phalaris te diga que mientes,

Bajo pena de tortura en su toro llameante,

Desdén por cambiar la inocencia por la vida;

A lo que la vida debe su brillo y su valor.

Wakefield.

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