Versículo 9. Tomad el botín. Aunque el rey quemó sus tesoros, vestiduras, etc., no pudo destruir totalmente la plata y el oro . Tampoco quemó las riquezas de la ciudad, éstas cayeron presa de los conquistadores; y no había fin en el almacén de gloriosas vestiduras, y de los más costosos utensilios y muebles .

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