Versículo Nahúm 3:18 . Tus pastores duermen. Es decir, los gobernantes y príncipes tributarios que, como nos informa Heródoto, abandonaron Nínive en el día de su angustia y no acudieron a socorrerla.

Diodoro Sículo dice, lib. ii., que cuando el enemigo encerró al rey en la ciudad, muchas naciones se sublevaron, pasándose cada una a los sitiadores, en aras de su libertad; que el rey envió mensajeros a todos sus súbditos, exigiéndoles poder para socorrerle; y que se creyó capaz de soportar el asedio, y permaneció a la espera de los ejércitos que iban a levantarse en todo su imperio, confiando en el oráculo de que la ciudad no sería tomada hasta que el río se convirtiera en su enemigo. Nahúm 2:6 .

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