CAPÍTULO XVII

Se ordena a los doce jefes de las tribus que tomen sus

varas, y que escriban el nombre de cada tribu en la vara que le 

 pertenezca a su representante; pero el nombre de Aarón 

irá en la vara de la tribu de Leví, 1-3.

Las varas se depositarán ante el Señor, quien promete que

la vara del hombre que él elija como sacerdote florecerá,

4, 5.

Las varas se depositan ante el tabernáculo, 6, 7.

Sólo la vara de Aarón brota, florece y da fruto, 8, 9.

Es colocada ante el testimonio como señal de la manera 

 en que Dios había dispuesto del sacerdocio, 10, 11.

El pueblo está muy asustado y teme ser destruido, 12, 13.

NOTAS SOBRE EL CAP. XVII

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