Versículo 18. Por tanto, tiene misericordia del que quiere... Esta es la conclusión del apóstol a partir de los hechos ya expuestos: que Dios, según su propia voluntad y sabiduría, en perfecta justicia, otorga misericordia; es decir, sus bendiciones a una parte de la humanidad (los judíos de antaño y los gentiles de la actualidad), mientras que permite que otra parte (los egipcios de antaño y los judíos de la actualidad) sigan abusando de su bondad y tolerancia, endureciéndose en el pecado, hasta que les imponga un castigo muy justo y ejemplar, a menos que esto se impida mediante su profundo arrepentimiento y su retorno general a Dios por medio de Jesús el prometido, el verdadero Mesías.

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