Versículo Salmo 31:8 . Has puesto mi pie en una gran sala.  Muchos escapes por los pelos tuvo David por su vida; en aquella ocasión especialmente cuando, jugando ante Saúl, el furioso rey tomó una lanza y trató de atravesarle el cuerpo, pero escapó y llegó a los desiertos. Allí Dios, que le había salvado la vida, le puso los pies en una gran sala. Los versos séptimo y octavo hablan de lo que Dios había hecho antes por él.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad