Versículo 6. Jóvenes: exhortalos a ser sobrios... La reforma debe comenzar con lo viejo; ellos tienen la autoridad, y deben dar el ejemplo. Los jóvenes de ambos sexos también deben dar cuenta de sí mismos a Dios; la sobriedad en los hombres jóvenes es una rara cualidad, y los que la tienen no se sumergen en excesos e irregularidades que, en general, socavan los cimientos de su constitución, provocan una vejez prematura y no pocas veces conducen a un final fatal.

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