Este Salmo no es difícil de interpretar. Siempre ha sido alimento para los santos de Dios. La fe en Dios en medio de la adversidad y la persecución, esperando en Él, esperando la salvación, la liberación y la defensa solo de Él, se expresa bellamente. Como todos estos Salmos, éste también nos da una visión profética de la experiencia del remanente de Israel. Pero también tiene su valor práctico para nosotros.
El primer verso literalmente traducido es, "Sólo para Dios mi alma es silencio"; es decir, callado en Su presencia, en confiada sumisión. Esperar todo de Él, nada del hombre, apartar la mirada de uno mismo y magnificar al Señor, es el secreto de una vida de descanso y victoria.