Pero si alguna viuda tiene hijos o sobrinos, ... tales no son viudas; no están desolados, ni solos, o sin personas para cuidarlos; Sus hijos o sobrinos deben, y no sufrir a la iglesia que se agalle con ellos. Por lo que sigue,.

Déjalos aprender primero a mostrar piedad en casa; que algunos entienden de las viudas, que, en lugar de echarse sobre la Iglesia por un mantenimiento, o llevarles a ellos la Oficina de Deseones, para cuidar de los demás, deben continuar en sus propias familias y llevar a sus hijos y sobrinos De la misma manera, ya que han sido educados por sus padres, lo que será más agradable y aceptable para Dios; Pero es mejor interpretarlo de sus hijos; Y así, la versión etíope la expresa, "Deje que los niños aprendan primero a hacerlo bien a su propia casa", o familia. Es deber de los niños cuidar a sus padres en la vejez, y proveerlos, cuando no pueden por sí mismos: esta es una lección que deben aprender en primer lugar, y un deber que deben observar principalmente; No deben sufrirles que vinieran a una iglesia para aliviar, sino que primero se cuiden a ellos mismos, siempre y cuando estén en cualquier capacidad de hacerlo; y estos deberían ser su primer cuidado antes de cualquier otro; Entonces, hacer es un acto de piedad, una acción religiosa, una piadosa; Lo está haciendo de acuerdo con la voluntad y la ley de Dios, y le complace bien:

y recompensar a sus padres; Por todo el dolor, dolor, problemas, cuidado y gastos en los que han estado en el mundo y los llevan al mundo, al cuidarlos en su infancia, al traerlos, dándoles una educación, proporcionando comida y vestimenta. para ellos, y resolverlos en el mundo; Por tanto, descuidarlos en la vejez, cuando incapaz de proporcionarlos, sería una ingratitud base; Considerando que para cuidarlos es, pero un requisito de ellos, o un reembolso de los anteriores beneficios que los tenían:

porque eso es bueno y aceptable ante Dios; Es bueno en sí mismo, y agradecido, y bien agradable a su vista; Es parte de la voluntad buena, perfecta y aceptable de Dios; Y que, como se hacen otras acciones en la fe, es aceptable para Dios a través de Jesucristo.

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