Mis labios no hablarán de mal peso ,. Esto es lo que él jura, esto, esto, la cuestión de su juramento, no solo que él no hablaría una palabra malvada, no nada corrupto, desagradable, incondicional, profano y ocioso ni hablar del mal de sus vecinos y amigos o de cualquier hombre; Pero que no hablaría malvadamente de sí mismo, como debe hacer, si se dedicó a ser un hombre malvado y un hipócrita cuando sus amigos lo acusaron, y lo habrían confesado; Pero él jura que no pronunciaría tal maldad, siempre y cuando él tuviera la respiración en él:

ni mi lengua absoluta engaño ; que respeta lo mismo; no meramente ninguna falacia o mentira, ni de lo que podría imponer y engañar a otro, que aún tenía cuidado con; Pero tal engaño y falsedad, como sería un belying, que sería el caso, si él decía que estaba desprovisto de integridad y sinceridad.

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