1 Corintios 9:1

¿No soy (1) apóstol? ¿No soy libre? (2) ¿No he visto a Jesucristo nuestro Señor? ¿No sois vosotros (a) mi obra en el Señor?

(1) Antes de continuar con su propósito de las cosas ofrecidas a los ídolos, mostraría la causa de todo este mal y también lo eliminaría. Es decir, que los corintios pensaban que no tenían que apartarse de la menor cantidad de su libertad para el placer de ningún hombre. Por tanto, se propone a sí mismo como ejemplo, y eso en un asunto casi necesario. Y sin embargo habla de ambos, pero primero de su propia persona.

Si (dice) ustedes se alegan a sí mismos que son libres, y por lo tanto usarán su libertad, ¿no soy yo también libre, ya que soy un apóstol? (2) Demuestra su apostolado por los efectos, en el sentido de que fue designado por Cristo mismo, y la autoridad de su función le fue suficientemente confirmada entre ellos por su conversión. Y todas estas cosas las pone ante los ojos de ellos, para avergonzarlos, porque no quisieran en lo más mínimo degradarse por causa de los débiles, mientras que el apóstol mismo hizo todo lo que pudo para ganarlos para Dios, cuando eran completamente reprobados y sin Dios.

(a) Por el Señor.