Y ella dijo: Vive el SEÑOR tu Dios, que no tengo torta, sino un puñado de harina en un barril, y un poco de aceite en una vasija; y he aquí, estoy recogiendo dos palos, para que puede entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos y (f) muramos.

(f) Porque no hay esperanza de más sustento.

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