Entonces le dijo Elcana su marido: Ana, ¿por qué lloras? ¿Y por qué no comes? ¿Y por qué se entristece tu corazón? ¿No soy yo mejor para ti que diez (d) hijos?

(d) Que esto te consuele, que te amo no menos que si tuvieras muchos hijos.

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