(3) Y el Señor los haga crecer y abundar en amor los unos para con los otros y para con todos [los hombres], como nosotros [hacemos] para con ustedes:

(3) Otra parte de la epístola, en la que habla de los deberes de la vida cristiana. Y muestra que la perfección de la vida cristiana consiste en dos cosas, es decir, en la caridad para con todos los hombres y en la pureza interior del corazón. Y el cumplimiento de estas cosas, no obstante, se difiere para la próxima venida de Cristo, quien luego perfeccionará su obra por la misma gracia con la que la inició en nosotros.

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